- Ten un biberón adecuado: esto es fundamental para evitar que tu pequeño no trague aire que luego le genere gases; para ello debes fijarte muy bien en el tipo de biberón y su tetina, sobre todo que esta no tenga un agujero tan pequeño. Puedes buscar siempre que ambos sean anti cólicos.
- Evita que tu pequeño pase hambre con un buen horario de lactancia: si respetas constantemente tus horas, tu bebé se acostumbrará rápido a ello, pero si luego fallas a alguna de estas, puede que tome la leche con más desesperación y tragando aire en el proceso, lo cual no es recomendable.
- Cuida los alimentos que consumes: lo que comes puede afectar directamente a tu bebé si lo estás alimentando con lactancia materna. Así que será clave que puedas cuidar muy bien tu alimentación y evitar aquellos elementos que producen gases, ya que si a ti te afectan, posiblemente también le afecten a tu pequeño.
- Ayúdalo después de su comida: va a ser un gran alivio para tu bebé que después que se alimente le quites los gases. Esto puedes hacerlo dándole pequeños masajes en su espalda mientras le vas dando suaves paseos, así se irán soltando aquellos gases que le hayan quedado en el proceso de comer. Además, será un momento de conexión y cariño entre ambos.
- Mantén a tu bebé bien arropado: tu peque necesita sentirse cómodo para relajarse y un ambiente cálido puede ayudarlo. Puedes cubrirlo con una manta súper suave que lo mantenga protegido, calientito y muy a gusto.
- ¡Hazle bicicleta a tu bebé!: si quieres que tu pequeño suelte aún más gases, puedes ayudarlo con los ejercicios adecuados que son bastantes sencillos de aplicar. Comienza por colocar a tu bebé de espaldas en una superficie cómoda, toma suavemente sus piernas y comienza a hacer movimientos con ellas, simulando dar un paseo en bici.
- Dale un paseo: el propósito es calmar a tu bebé y hacer que se relaje para que pueda pasar sus cólicos, y para esto el movimiento puede ayudar. Tienes varias formas de lograrlo: paseálo en tus brazos alrededor de tu habitación o en un coche para una pequeña caminata, también podrías valerte de una silla mecedora o vibradora para que se vaya calmando y relajando.
Si tu pequeño engreído se queja o llora por las tardes y noches, con motivo de cólicos frecuentes, entonces prueba las siguientes recomendaciones para ayudarlo y aliviar sus molestias.
Para empezar, es importante que sepas que es algo común y normal en los bebés. ¿Sabías que alrededor del 20% de los pequeñitos de casa sufren de esto durante sus primeros meses de vida? Esto no quita el hecho de que igual pueda ser muy incómodo y hasta llegar a ser doloroso para tu bebé.
También podrías llegar a preguntarte si se trata de alguna enfermedad o problema de gravedad, ya que se hinchan y mueven sus piernas más de lo normal y con más fuerza. Sin embargo, debes saber que estos cólicos pueden presentarse en cualquier bebé, sea que esté siendo alimentado con leche materna o no.
Entonces, si es algo normal ¿hay algo que puedas hacer? Para tu tranquilidad ¡sí! Te dejamos algunas recomendaciones que pueden ayudarte: