- Dale importancia a tu descanso: las primeras semanas es probable que lo que más haga tu bebé sea comer y dormir. Así que aprovecha tú también esos momentos para descansar y tomar algunas siestas durante el día. Tu salud y bienestar es igual de importante para que puedas dar el mejor cuidado a tu hijo; e igual un buen sueño ayuda a la producción de leche.
- Presta atención a tus pechos: estos son fundamentales en la alimentación de tu bebé y debes cuidarlos también para mantenerte sana en el proceso. Puedes realizar suaves masajes circulares con un poco de crema, ya que esto ayuda a mejorar la circulación.
- Vigila su ombligo: hasta los 15 días aproximadamente tu bebé seguirá teniendo su ombligo sensible y delicado, por lo que deberás esperar que este se cure para poder bañar recién a tu pequeño. Adicionalmente, mientras aún esté así, es importante que mantengas ciertos cuidados especiales en esa zona.
- Visitas en casa limitadas: durante las primeras semanas aún se está desarrollando el sistema inmune de tu bebé, por lo que se encuentra indefenso ante virus y agentes externos que sin darse cuenta puedan portar otras personas. Además, tú también estarás en plena recuperación y necesitas descansar, por lo que será mejor que algunas visitas a casa se posterguen por ciertos días o semanas.
- No temas recibir ayuda: puede que tu madre, suegra, hermanas o amigas se ofrezcan a estar contigo durante los primeros días para ayudarte, así que no dudes en decir que sí. Estas personas, siendo de tu confianza, podrán realizar tareas o actividades relacionadas al bebé o al hogar y así hacer esta etapa más liviana.
La llegada de un bebé a casa es un momento de mucha alegría pero también de muchos cambios, que no solo involucran a las mamis sino a toda la familia. ¿Qué podemos hacer ante ellos? Prepararnos con anticipación ayudará a que todos se adapten más fácil a la nueva dinámica.
Si tu pequeño ya llegó al mundo y ahora tienes más dudas que nunca, ¡no te preocupes! Esta nueva etapa siempre llega acompañada de muchas preguntas y un gran esfuerzo físico, así que es totalmente normal si por el momento te sientes cansada.
Aquí lo que importa es que a tu propio ritmo irás ganando experiencia y dentro de poco tendrás normalizado todo el proceso.
¿Igual te preocupan los nuevos cuidados para el pequeñito en casa? Compartimos contigo algunas recomendaciones que podrían llegar a ser muy útiles: